Cómo funcionan los cierres enrollables automáticos

Las cortinas metálicas constituyen un elemento ideal para la seguridad en cocheras, locales comerciales, oficinas, o cualquier otro establecimiento. Eso hace que sea el sistema más elegido por los usuarios a la hora de cerrar sus propiedades. Destacan en sus prestaciones su alta resistencia al desgaste que proporciona el acero. Su perdurabilidad en el tiempo es clave a la hora de elegirlas, siendo su mantenimiento escaso y económico.

Con el tiempo han ido evolucionando y ya es posible su colocación con una estética alejada de la tradicional, ya que en el mercado se encuentra una amplia variedad de colores y diseños para adaptar al lugar en el que se van a instalar y que resulte conjuntado. Su instalación comprende un proceso que debemos contratar a profesionales ya que son muchos los elementos a tener en cuenta al hacerlo.

Por lo general, las puertas enrollables metálicas son los cerramientos más básicos del mercado. Consisten en una persiana de aluminio, acero inoxidable o metal galvanizado que puede enrollarse para abrirse y desenrollarse para cerrarse. Esto conlleva un enorme ahorro de espacio cuando están enrolladas. También pueden estar fabricadas en PVC, de lo que resulta una solución más económica pero menos segura. Las puertas que se enrollan y desenrollan por mecanismos automáticos que no requieren del esfuerzo humano cuentan con motores para su funcionamiento. Mediante un mando a distancia, el motor entra en acción y completa la orden. Como podemos ver, es un sistema mucho más cómodo que el sistema manual, que además puede resultar peligroso y ocasionar lesiones. El motor debe tener un mantenimiento continuo que evite accidentes o siniestros.