Ascensores y perros, ¿existe alguna norma sobre este tema?

Todos los propietarios de perros deben saber que tener animales domésticos en un piso conlleva una serie de consideraciones y cuidados para que su mascota no suponga un problema o molestia para el resto de sus vecinos. En comunidades con ascensor, es frecuente encontrarnos con situaciones en las que surgen quejas a causa de los perros.

Ante todo, cualquier propietario de un perro debe cumplir con la normativa en cuanto a las condiciones sanitarias de los animales (microchip, vacunaciones, notificación obligatoria de enfermedades, etc.) y atenderlos y cuidarlos adecuadamente. Además, los animales deben estar inscritos en el Registro Municipal de Animales de Compañía del Ayuntamiento. En definitiva, el propietario debe cumplir con la ley de protección de animales (Ley 11/2003, de 24 de noviembre). También existe una legislación específica en cuanto a la tenencia de animales potencialmente peligrosos. En caso de que algún vecino tenga este tipo de animales y queráis saber qué debe cumplir podéis mirarlo en estos documentos: Real Decreto 1570/2007, de 30 de noviembre.

En la mayoría de las quejas relacionadas con perros y ascensores en comunidades de vecinos se deben a una mala actuación del dueño del animal. Algunas situaciones bastante habituales son:

  • Que el animal defeca u orina en el ascensor.
  • El animal asusta o causa inquietud a otros pasajeros.
  • Alergia a los perros.
  • Malos olores en el ascensor.
  • Ruidos y peleas por ir varios perros en el ascensor.

Los Estatutos de la Comunidad establecen las normas de convivencia de la comunidad, y pueden recoger la prohibición del acceso a perros. Sin embargo, esto no es lo habitual y normalmente se permite que los propietarios de perros puedan acceder con ellos al ascensor. Lo que sí pueden establecer los Estatutos o el Reglamento de Régimen Interno es limitar o regular el acceso a animales (por ejemplo, no pueden viajar dos perros que no sean de la misma casa juntos); remarcar la prioridad del acceso de personas frente a perros; o prohibir el acceso de ciertos perros que hayan causado problemas con otros vecinos.

En cualquier caso cuando se producen problemas en el ascensor de una comunidad de vecinos a causa de los perros (y sus dueños) lo primero que debemos hacer es intentar solucionar la situación de forma lo más amistosa y razonadamente posible. No olvidemos que tenemos que convivir con ese vecino. Si el problema persiste lo pondremos en conocimiento del presidente de la comunidad y llevaremos la cuestión a la Junta de Comunidad, donde se discutirán las posibles medidas y se votará realizar un cambio en los Estatutos. Tengamos en cuenta que siempre debe prevalecer la seguridad y bienestar de las personas.

También debemos saber que si una persona o vecino no cumple con sus obligaciones en cuanto a la tenencia de perros o animales domésticos, podemos denunciar la situación a la Policía Local.

En principio, si tenéis un perro en casa podréis usar el ascensor sin problemas; a no ser que haya una prohibición expresa indicada en los Estatutos de la comunidad, pero esto no es lo habitual. Sí es importante que mantengáis a vuestro perro bien controlado y  “educado” (cacas y pipís) para que no surjan problemas. Para esto último lo más conveniente es dejar siempre primero que suban o bajen por el ascensor los vecinos y nosotros hacerlo con nuestro perro en el siguiente viaje.